Preguntas frecuentes

Preguntas frecuentes

¿Qué es el TEA?

TEA son las siglas de Trastorno del Espectro Autista. El TEA es un trastorno del neurodesarrollo. Hablamos de espectro, porque hay una gran diversidad de alteraciones pero que engloba una sintomatología común: dificultades en la comunicación social y patrones de conducta repetitiva, estereotipada y/o inflexibilidad, estos sintomas varían en función de cada persona. Pueden presentar otras condiciones asociadas como la discapacidad intelectual, problemas de salud y/o trastornos del lenguaje.

¿Cómo pueden evolucionar los síntomas del autismo?

Los síntomas son las señales o indicios que percibimos en el comportamiento de la persona con autismo. La evolución de estas particularidades dependerá de una serie de factores. Por ejemplo, la evidencia nos muestra que es importante una detección, diagnóstico e intervención temprana. A partir de aquí, cada persona con autismo es diferente, por lo tanto su evolución será diferente. Aun así, es importante que los diferentes entornos de la persona con TEA estén coordinados para poder darle los apoyos necesarios y para que pueda tener  una buena calidad de vida.

¿Cuándo puede empezar el autismo?

La persona con autismo nace con autismo y se presenta a lo largo de toda la vida. Las primeras manifestaciones pueden ser perceptibles entre los 12 y 18 meses de vida de un niño o niña.

¿Cuáles son las causas del autismo?

El autismo se considera una condición de origen biológico. Hasta ahora conocemos que existen más de 100 genes diferentes implicados en el TEA. El riesgo de tener otro hijo o hija con TEA está en torno al 20%, entre 10 y 20 veces más que en la población general. Esta probabilidad aumenta más si hay un hermano afectado con TEA (hasta el 50%). En el caso de gemelos, las probabilidades son de entre un 60% y un 90%. Aun así, los factores ambientales pueden contribuir en el desarrollo (como por ejemplo la edad avanzada de los padres en el momento de la concepción, prematuridad extrema con muy bajo peso al nacer, etc.) y en la evolución del trastorno.

¿Cómo se puede identificar el autismo?

Desgraciadamente, no hay pruebas médicas específicas. Así que es necesario realizarlo a través de pruebas que se basan en la observación y valoración de conducta para el diagnóstico del trastorno, como por ejemplo el ADOS-2 y el ADI-R. Existen también herramientas de detección como M-CHAT-R.

¿Qué es necesario para diagnosticar el autismo?

Es fundamental que, al detectar los primeros síntomas, se realice un diagnóstico con profesionales especializados y herramientas adecuadas. En este proceso, se hace un análisis completo que incluye:
  1. Historia clínica de los familiares
  2. Diagnóstico específico del niño/a o persona adulta
  3. Devolución: orientación de las intervenciones más adecuadas según el perfil de fortalezas y dificultades individuales y según las necesidades.

¿Hay medicamentos para el autismo?

No hay medicamentos específicos para eliminar o reducir la sintomatología del autismo. Aun así, los profesionales de la salud a menudo usan medicamentos para tratar una conducta específica, como por ejemplo reducir la autoagresión o bien por otros trastornos asociados. Minimizar un síntoma para que deje de ser un problema permite a una persona con autismo concentrarse en otras cosas, como el aprendizaje y la comunicación. Los estudios demuestran que los medicamentos son más efectivos cuando se combinan con terapias conductuales.

¿El autismo es hereditario?

Hay factores genéticos dentro del autismo, cosa que explica por ejemplo que haya más probabilidad de tener un segundo hijo o hija con autismo si el primero presenta esta condición, por lo tanto, a pesar de que no se ha encontrado una causa genética directa sí que se sabe que tener familiares con TEA aumenta la probabilidad, cosa que implica factores hereditarios.

¿Cómo se puede tratar el autismo?

No hay un tratamiento específico. Hay diferentes técnicas psicoeducativas, comprobadas científicamente, que ayudan a la persona con autismo en su día a día. Gracias a estas técnicas y apoyos humanos, la persona con autismo toma conciencia de su entorno, puede estructurar su día, puede expresarse y puede desarrollarse en el mundo educativo y laboral. Hay que tener en cuenta que cada persona con autismo es diferente y, por lo tanto, la intervención tendrá que ser personalizada, específica y especializada en autismo. Hay que huir de las falsas promesas que ofrecen algunas pseudociencias sobre la existencia de fármacos o sustancias que “curan” el autismo. Si bien es verdad que hay fármacos que ayudan a regular algunas comorbididades asociadas al autismo y que pueden hacer que la persona con autismo esté mejor, el autismo no se cura y, por lo tanto, no hay NINGÚN tratamiento farmacológico que lo haga.

¿Cuántas personas tienen autismo y/u otros trastornos del espectro TEA?

Según varios estudios sabemos que el trastorno del espectro autista se presenta en 1 de cada 100 nacimientos. Un estudio de prevalencia de Cataluña nos informa que 1 de cada 81 nacimientos presenta autismo, lo cual aumenta la prevalencia en edades infantiles.

¿Cómo piensan y sienten las personas con autismo?

Explicación en primera persona:

“Por mi manera de comunicarme, no comprendo las normas sociales. Pero, si soy socialmente incorrecto, no es con mala intención. Por lo tanto, es mejor que me digas cómo estaría bien que hiciera las cosas, en lugar de que me las prohíbas o me pares. Me cuesta entender las mentiras, las bromas, la doble intención, o la violencia gratuita. Procura usar un lenguaje sencillo, sin simbolismos. Acepto a la gente tal como es, aunque sean diferentes que yo, sin intentar cambiar nada. Al notar que no se me entiende, me frustro con facilidad. Imagínate que no entendieras muchas cosas que pasan a tu alrededor. ¿No te enfadarías como yo? Intenta identificar qué desencadena mi nerviosismo, que es lo que a mí no me hace sentir bien. No me gusta estar solo. Como todas las personas, me gusta tener compañía. Hay cosas concretas que me gustan mucho, y no pararía de hacerlas nunca. Suelen ser cosas diferentes de las que gustan a otras personas con autismo. Quiero a mi familia y mis amigos.”

¿Las personas con autismo pueden trabajar y ser independientes?

Depende de cada persona. Uno de los objetivos de nuestra fundación es ayudar a que las personas con autismo adquieran las máximas capacidades para poder ser autónomos, pero como que esto en muchos casos no es posible, necesitarán a otras personas que los ayuden. La inclusión de las personas con autismo (en la vida laboral, personal, familiar…) implica potenciar aquello que son capaces de hacer y ayudarlos en aquellas cosas en las que necesitan ayuda.

¿Cómo puedes ayudar a una persona con autismo?

Haría falta que todos nos pusiéramos al lugar de la persona que tenemos delante, esto facilitará las cosas. Empatizar (en que puede sentir o cómo puede comprender su entorno) provocará un entorno «autism friendly». Este hecho ayudará a reducir el estrés ambiental, a comprender y a facilitar la comunicación.

¿El autismo se cura?

No. No es una enfermedad, es una condición y por tanto, no «se cura».

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