Todos y todas las expertas en autismo coinciden en que «las niñas reciben el diagnóstico más tarde porque, en general, las que no tienen discapacidad intelectual asociada al autismo tienen una capacidad más elevada de copiar los comportamientos que las rodean y esto enmascara los síntomas. También presentan menos comportamientos repetitivos, sus intereses restringidos suelen ser más socialmente aceptados y tienen un mejor vocabulario y conocimiento de las palabras», tal y como sostiene María Meirno en su presentación» “Autismo femenino en niñas. Detección, evaluación y tratamiento”, Autismo Burgos. La autora reivindica la necesidad de incorporar estudios prospectivos de niñas sin diagnóstico del espectro ampliado y destaca que la tardanza en el diagnóstico de las niñas con autismo sin discapacidad intelectual causa un gran impacto en su desarrollo.
Por su parte, Amaia Hervás, jefa de Salut Mental Infantil-juvenil del Hospital Universitario Mútua de Terrassa, en su artículo “Un Autismo, varios autismos. Variabilidad fenotípica en los trastornos del espectro autista” Dedica una parte específica a factores relacionados con el sexo: «El sexo femenino podría estar asociado a un autismo más social e incluso desinhibido (…) y con la presencia de un menor número de conductas repetitivas. Sin embargo, esta excesiva sociabilidad, acompañado de un alto nivel de autonomía, déficits en la empatía y Comprensión social, las Haría vulnerables a la Explotación y abusos de todo tipo. En el autismo asociado a discapacidad intelectual (…) en general los estudios encuentra menos conductas repetitivas en las chicas, pero, por el contrario, se asocian más frecuentemente a epilepsia y epilepsia resistente a Tratamiento».
Cambios en la tendencia del diagnóstico
Hasta ahora se ha dicho que de cada 4 hombres con autismo hay una mujer que tiene. Ahora se está considerando la posibilidad de que esto sea así porque los criterios diagnósticos se han basado siempre en observaciones hechas en hombres.
Con todo lo que las doctoras Merino y Hervás apuntan en sus presentaciones y artículos, un text d’Autismo Madrid, con lleva más allá con el testimonio de Carmen Molinauna de las ponentes de las Octavas Jornadas de Sanidad organizadas por esta entidad y que, entre otras cosas decía: «Tuve un primer contacto con el autismo Cuando tenía 6 años. Después de una serie de episodios de mutismo Selectivo me diagnosticaron con autismo y fui a lo que yo de mayor he entendido como que era un Hospital de Día en La Paz. Después de Unos cuantos meses de ir allí todos los días, esto fue el año 68-69, me devolvieron a mis padres diciendo que sí, que tenía autismo, pero que como era lista, que ya me iría curando. Y la consigna que recibía en casa FUE ‘Tú haz lo que hace tu hermana'». Puedes ver la conferencia completa siguiendo este enlace.
Mujer, autismo y actualidad.
Carmen Molina continúa: «Quiero también dejaros la pincelada de que hay que poner el foco en la mujer autista, que hay un sesgo Importante en sanidad y en concreto en la mujer a quién se nos dirigió, antes de cualquier otra cosa, a trastornos emocionales, como si el hecho de ser mujer implicara o terminara en algo que tenga que ver con la emoción. Realmente, en el caso de las mujeres con autismo, como es el mío, no es así ni mucho menos.»
Desde la Confederación Autismo España destacan que en los últimos años han aumentado los diagnósticos de autismo en mujeres, sobre todo en las que no presentan discapacidad intelectual asociada, y hace un apunte sobre la diferencia en los procesos cognitivos básicos entre hombres y mujeres: «en el caso de los hombres existen fortalezas cognitivas relacionadas con la atención focalizada y las habilidades visoespaciales, así como una mayor regulación de las respuestas cognitivas de impulsividad. En el caso de las mujeres parecen obtenerse mejores resultados en tareas relacionadas con la flexibilidad cognitiva, la atención dividida y el seguimiento conceptual múltiple (Rubenstein et al, 2015, citado en Nasen, 2016).”
Nos gusta la conclusión del artículo de Autismo España: «Parece claro que un Conocimientoactualizado y fiable sobre cualquier colectivo, que aporte información diferenciada por sexo (entre otros aspectos), es esencial para planificar y promover intervenciones adecuadas a sus intereses y necesidades, y establecer políticas y medidas apropiadas para reconocer y responder a las mismas.”
Aun queda mucho por hacer. Seguimos.